Siempre y cuando se quieran apreciar todas las virtudes de un buen whisky, habrá que tener en cuenta un factor esencial. Uno, por supuesto, que va más allá de la calidad del mismo. Si este «licor espiritual» no se oxigena lo suficiente, es probable que ni los aromas ni los sabores se manifiesten en la forma adecuada. Asimismo, hay que controlar la temperatura de la bebida, evitando que esta se caliente al tenerla mucho tiempo en la mano. Para eludir estos problemas tan sólo debemos elegir el recipiente adecuado. Al final, es lo único que cuenta a la hora de servir y disfrutar de un whisky en condiciones: el vaso.

El Riedel Single Malt cumple todas las características para este tipo de ocasiones: su gruesa base y el vidrio especial con el que está fabricado impide que aumente la temperatura. Además, el ancho de la boca posibilita la entrada de aire, revelando así sus notas más fácilmente y haciendo que se concentre su cáliz. Ideal para descubrir cada matiz sorbo a sorbo.

En su interior, dos hielos chocan entre sí y con los laterales del cristal. Un chorro de Booker’s Rye los agita, haciéndolos flotar hasta llegar a un cuarto de altura. Comstock Vanderbilt estaba listo, como cada noche, para su cita con la melancolía.

Con sólo 29 inviernos logró el éxito empresarial. Desde entonces, su fortuna ha aumentado exponencialmente año tras año. De hecho, creció a la misma velocidad en que lo hicieron sus posesiones, los nuevos núcleos de negocio y ciertos círculos sociales.

Nunca le faltaba un “amigo” con el que disfrutar de un buen trago o mantener una profunda conversación. Con los años se ampliaron los hombros en que apoyarse. De igual manera, no eran pocas las personas dispuestas a acompañarle en una agradable e íntima cena. Cenas que si acabasen en cama no supondrían un dilema para sus acompañantes.

No le faltaba nada… ¿Qué puede necesitar quien tiene el mundo en sus manos? Tal vez la certeza de que cada acto nacía de la sinceridad y no del interés. Del «quién es» y no del «qué es».

Quizás era hora de llamar a Catherine… Ella siempre fue honesta.