Covid-19 · 2ª parte

Por favor, tósase en el interior del codo.

Es su responsabilidad como ciudadano… No cuestione las decisiones del Estado y cumpla sus obligaciones. Prosiga su camino, mas recuerde que aquel lugar llamado «hogar» ha de ser su único destino. Cuide tan bien de sí mismo como de su familia. De paso, velará así por el resto de la sociedad. Deje el pánico a un lado: pronto todo volverá a estar perfectamente controlado. Mientras tanto…

Por favor, tósase en el interior del codo.

Acate la reclusión en pro del bienestar común y no basándose únicamente en el miedo a ser multado. Prescinda de salidas al exterior, siempre y cuando estas no respondan a una razón mayor. Pasee a su perrito un par de veces, o cinco… Luego mírese al espejo regocijándose y repitiéndose a sí mismo cómo es de «listo». Tanto como quienes salen a socializar y lanzan excusas al aire para, de alguna manera, justificar esa cuestionable conducta. Confiamos en su buena voluntad y que, por supuesto, no nos tratará de engañar. ¿Qué puede pasar? Si se encuentra entre los casos de excepcional necesidad, un poco de aire a nadie hace mal. Entretanto…

Por favor, tósase en el interior del codo.

Nada de alarmismos. Aseguramos un flujo constante de recursos básicos: desde alimentos y medicamentos esenciales hasta, por raro que parezca, rollos de papel higiénico. Haga acopio de suministros, pero no bajo motivación del egoísmo. Llene su carro con lo esencial y necesario… Compras para una semana como máximo. Nada de aprovechar la oportunidad e ir a por un cartón de leche o una crema facial. Procure no acaparar al punto de cada estante vaciar. Y si lo hace, ya será otra persona quien con dicho problema deba lidiar… Posiblemente, una en cuyas manos no resida tanta fuerza y ni siquiera con lo mínimo puedan cargar; las mismas que no dudaron en poner en sus mesas algún plato de más… aunque significara comer de menos. Que tantos abrazos le dieron y, ya sea por protección o por repulsión, hoy mantiene lejos. Pero…

Por favor, tósase en el interior del codo… Y mire hacia otro lado. ¿Podrá soportarlo?

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