The Evil Within… ¿Pero qué coño?
Pese a que Shinji Mikami se ha marcado el «mindfuck» del año gracias a la ambigua historia de The Evil Within, la sed de «conocimiento», por decirlo de algún modo, sigue ahí. Por ello, y para entender qué ha pasado exactamente desde que entramos en Beacon, habrá que intentar darle algún sentido. O algo que se le parezca.
Nadie puede negar la gran cantidad de cabos sueltos e incoherencias en general ante las que nos hemos encontrado muchos jugadores tras completar —incluso más de dos y tres veces— el nuevo survival-horror de Tango Gameworks. Y no debería sorprendernos a estas alturas, sobre todo si echamos la vista atrás y recordamos las declaraciones con las que Mikami dejó claras sus intenciones respecto a lo que ofrecería el título: «Quiero que los jugadores piensen “esto debe significar tal cosa” o “eso debe querer decir aquello”. Me gustaría que cada uno tenga su propia teoría sobre lo que realmente ha sucedido». Obviamente, nos encontraríamos con una historia cuya interpretación iba a ser aleatoria y subjetiva a partes iguales.
Y aunque el objetivo principal de esta entrada sea el de dar un poco de «significado» al caótico universo que envuelve esta saga, hay que tener en cuenta que no son más que suposiciones e interpretaciones subjetivas, por lo que bien podría acercarse a la realidad o no ser más que eso: simples elucubraciones.
Antes de continuar la lectura, tened en cuenta que se revelarán detalles relevantes acerca de la trama principal, por lo que estáis avisados: leed bajo vuestra responsabilidad. Dicho lo anterior, pongámonos en situación.
¿Qué es el sistema STEM?
A pesar de la similitud sonora en su nombre con la plataforma de Gabel Newell, este invento fue concebido por el joven Rubén Victoriano —más conocido como Ruvik a lo largo de la aventura—. Tal máquina permite unir la mente o conciencia de varios individuos a una en particular, experimentando memorias y recuerdos ajenos así como sincronizando sus ondas cerebrales con las del propio receptor. Para ello, tan sólo hay que introducir a los «usuarios» en una especie de bañera y, como si de «Matrix» se tratara, enchufarles de algún modo a través de su nuca.
Según nos explica el Dr. Jiménez en determinado punto, este hallazgo revolucionaría la vida moderna, otorgando la posibilidad de curar enfermedades mentales o entender cómo funciona el cerebro de una persona en cuestión, por nombrar dos ejemplos. Por supuesto, y por el bien de la ciencia, sería irrelevante si estos «pacientes» daban su aprobación o no.
En resumidas cuentas: STEM genera una nueva realidad donde los sujetos perciben sensaciones tan reales como si las estuvieran viviendo, incluyendo la muerte. Lamentablemente, durante las pruebas de perfeccionamiento para el sistema perecieron numerosas personas, quedando así sus conciencias atrapadas en el interior de ese nuevo mundo. Cabe decir que dicha «realidad» se ve influenciada por quienes están o han estado en conexión con el sistema, dándole, de manera inconsciente, forma entre todos.
Asimismo, en base a las palabras del «paciente desconocido», hemos de suponer que no sólo hay una máquina. Aunque bien es cierto que la original se encuentra en el interior del Hospital Psiquiátrico Beacon.
Y habiendo indagado en uno de los elementos principales del argumento, daremos paso al siguiente punto.
¿Quién es el tal Ruvik?
Un joven prodigio. Rubén era el hijo menor de la adinerada familia Victoriano. En su adolescencia comenzó a realizar experimentos un tanto macabros pero, visto lo visto, con un amplio abanico de posibilidades. Esto llevó al Dr. Jiménez a interesarse por él. O, más bien, por aquello que sería capaz de crear. Nunca fue una persona estable mas, tras la muerte de su hermana Laura en un incendio en el granero de la propiedad en la que vivían, su estado mental se descontroló por completo, llegando incluso a perpetrar el asesinato de sus progenitores tiempo después.
Pronto le supo a poco trabajar con animales, pasando así a experimentar con humanos. Las múltiples noticias sobre desapariciones, asesinatos y cadáveres con cirugías craneales reportadas en Elk River nos llevan a intuir que el culpable no era otro sino él: de dicha manera no le faltaron «cobayas» con las que continuar sus investigaciones.
Más tarde, y junto al Doctor, comenzó la materialización del sistema STEM propiamente dicho. Gracias al mérito obtenido al adueñarse de ciertos detalles de las investigaciones realizadas junto a Ruvik, logró introducirse de alguna forma en la «Organización», consiguiendo así materiales —y víctimas— con las que el joven pudiera seguir avanzando en su estudio científico. Jiménez alcanzó el puesto de Director del Hospital no mucho después, aumentando así su control y poder.
Pero quien trabaja con muerte, acaba muerto: Ruvik se vio traicionado por su compañero y proveedor. Después de ser sometido y eliminado por la «Organización», decidieron conservar su cerebro. Más tarde lo utilizarían como en el nexo central del sistema STEM oculto en el Hospital Beacon.
Es muy posible que, al menos durante un tiempo, la mente de Ruvik careciera del poder suficiente como para influir o controlar dicho sistema. Sin embargo, una vez consciente del potencial con el que contaba dentro de su propio universo, perdió la poca cordura y humanidad que le quedaban, provocando una serie de «fallos» en STEM con la intención de saciar su sed de venganza. Y aquí es donde comienza la verdadera pesadilla…
Adentrándonos hacia el Mal
Durante la introducción del juego, no son precisamente pocos los detalles que nos harán pensar sobre si los personajes principales están o no en el interior de STEM aun sin, aparentemente, entrar en Beacon. Detalles, por cierto, de los que no seremos conscientes hasta descubrir determinados elementos de la historia.
Escenario inicial: Hospital Psiquiátrico Beacon. Situación: decenas de muertos. ¿Recreación artificial o recuerdos?
Personalmente, apostaría por lo segundo: la masacre ocurrió con anterioridad a nuestra aparición en escena. Frente a lo que nos encontramos son extractos y recreaciones de la memoria de alguno de los sujetos: o bien Juli Kidman, o bien Ruvik. Y ahora os preguntaréis: ¿Pero cómo va a provocar eso Rubén en el mundo real? Sencillo.
El documento cuyo título es «Nota del cuarto de calderas», nos habla de una prueba concreta realizada con el sistema STEM. Las primeras anotaciones narran el éxito de la misma y la perfecta sincronización de ondas cerebrales pero, en tan sólo 15 minutos, los datos hacen alusión a gente en coma, por lo que se anula el sistema. No obstante, sigue habiendo reportes donde ya no se comenta nada sobre pacientes, sino del propio personal: nauseas y pérdidas de conocimiento. Quieren escapar pero algo se lo impide y, aunque STEM esté desactivado, las ondas de los sujetos siguen sincronizadas con el receptor. El informe acaba con un «Es él… ese hombre ha aparecido». ¿Adivináis de quién se trata?
¿Conclusión? Aquel fue el instante en que Ruvik logró un mayor control del Sistema, ejerciendo determinado grado de influencia sin necesidad de una conexión directa. Tras el ensayo, los pacientes y el personal médico se suicidaron o asesinaron entre ellos bajo dichos efectos. Básicamente, colapsó sus mentes. En cierto modo, sí, Ruvik los mató a todos. Pudo entrar en sus cabezas sin problema alguno a pesar de no haber estado allí jamás.
Pero… ¿por qué nos encontramos en esta situación? Todos nosotros, a excepción de Kidman, somos sujetos experimentales secuestrados por la «Organización». Seb continuó la investigación de su desaparecida esposa, acercándose demasiado a una «verdad delicada» que afectaría a un gran número de personas, entre ellos altos cargos. De hecho, dicha investigación probablemente «causó» la «muerte accidental» de la hija de ambos. Joseph y Connelly tan sólo estaban en el lugar equivocado en el momento menos adecuado.
The Evil Within
La única certeza real hasta el momento es el hecho de encontrarnos atrapados en una dimensión sobre la que no tenemos control consciente, pero que sí es modificable involuntariamente, tal y como nos relata el Doctor en una de sus conversaciones.
Las salas de guardado son un claro ejemplo de ello: lugares aparentemente creados por el propio Seb —o incluso por Leslie, dado que aparece en varias ocasiones en su interior—, donde resguardarnos y obtener una serie de recursos que nos permitan seguir avanzando en la trama. Al menos hasta poco antes del tramo final, momento en que Ruvik consigue corromper la estancia a su antojo y destruirla sin miramientos.
Cuanto más se fortalecía Ruvik, mayor era el peligro para la integridad del sistema. Un sistema aparentemente dividido en dos subniveles: uno normal en aspecto, el cual diría que es la «base» donde se forma una realidad alternativa al más estilo «Matrix»; otro donde Rubén es dueño y señor, corrupto de principio a fin por sus sentimientos negativos. Dicho de otro modo, dentro del propio sitema STEM al que estamos conectados hay otro STEM más —ficticio, eso sí— en el que Ruvik se podría considerar casi un Dios. O, al menos, alguna clase de arquitecto retorcido.
Tras los sucesos de la historia, comprendemos su intención inicial: degenerar todo el sistema para controlarlo a su antojo. Mas con la aparición de Leslie, surge una nueva meta: introducirse en la mente del único sujeto con el que es compatible al 100% y así poder escapar de su prisión. Razón por la que la misión principal de Kidman sea eliminar al joven y evitar males mayores.
Casi la totalidad de los enemigos que saldrán a nuestro encuentro no son más que la consciencia de antiguos pacientes y víctimas del propio STEM alterados por la retorcida mente del antagonista o, en algunos casos, la monstruosa materialización de sus propios sentimientos. Como el resto de información sobre personajes y su contexto puede encontrarse en el anexo desbloqueable del juego, no entraré más en detalles.
¡Umbrella! Eh… No. «Organización muy mucho misteriosah»
Cómo no, un argumento así debe contar con sus propios toques conspiranóicos y megacorporaciones secretas. Y aunque no haya mucha información en relación al «grupo en las sombras», sí existen indicios sobre su papel en este asunto. Muy pobres, sí, pero ahí están, permitiéndonos ponerle cara pese a no saber cuáles son sus intenciones en lo relativo al sistema STEM.
¿Y por qué digo esto? Quizás os suene la estancia de la imagen: la última sala de guardado a la que podremos acceder. Pero seguro que muy poca gente ha prestado atención a la extraña americana que cuelga de la percha. Si nos fijamos un poco mejor, veremos una chapa en su solapa. ¿Qué pasa si miramos algo más de cerca?
No es la única ocasión en la que encontraremos el símbolo. Tras vencer a la «amalgama», aparecemos conectados a uno de los terminales. Una vez despiertos y con la intención de eliminar el último rastro de Ruvik, observaremos el etiquetado de la urna donde se encuentra su cerebro. En efecto, la misma marca. Marca que también veremos en puertas durante el tramo final.
No hace falta decir que ellos son quienes estaban detrás de las acciones tanto de Kidman como de Jiménez.
Pero espera… ¿Qué nombraste antes sobre un STEM original?
En base a la información de los documentos coleccionables así como a detalles encontrados en las diferentes estancias a través de las que nos movemos, deduzco que la organización fabricó más otros sistemas a parte del mencionado líneas atrás.
Gran cantidad de informes narran vivencias de diferentes personajes —a los que no conocemos—, pero haciendo alusión a elementos, tanto de lugares como de criaturas, que sólo deberían existir en STEM. Un claro ejemplo podría ser la iglesia con sus catacumbas. Uno de los desaparecidos hace mención a la secta que hay en ella. Otro de los periódicos notifica el derrumbamiento del suelo, la desaparición de un obrero —entre otras personas— y el hallazgo de un subterráneo que, por cierto, el pastor no quiere que sea revisado. Probablemente, esa sería la ubicación de otro de otro laboratorio y, por ello, debía permanecer en secreto.
Es muy posible que detrás de esa secta estuviera la «Organización», cuyos adeptos usarían para otros sistemas en los que ser parte de sus propias realidades ficticias. Un ejemplo sería la del «perro guardián» al que entregaban sacrificios. En determinada nota hablan de este tema, pero es evidentemente que una criatura así no podría existir físicamente… Por ello es lógico pensar que todos y cada uno de ellos conforman un experimento mayor del que no se tiene constancia.
Sin embargo, no hay ninguna pista sobre si dichos sistemas STEM se conectarían entre sí a distancia o serían independientes.
Y el rarito ese… ¿Leslie se llamaba?
Lamentablemente, diría que muere. Sin más. Y nosotros somos sus verdugos.
En el combate final, justo en el instante en que Ruvik transforma al chico en gel verde ocurren dos sucesos: el primero sería el escape de Rubén, introduciéndose en la mente de Leslie; el segundo, Leslie se transforma en la abominación contra la nos enfrentamos.
Varios diálogos y documentos hablan acerca de las carencias comunicativas y problemas de Leslie en general, recalcando sus actitudes miméticas y repetitivas. Ahora bien, ¿si su mente hubiera tomado el control de un mundo lleno de decadencia y odio cómo se materializaría? No estaría capacitado para controlarlo adecuadamente. El enemigo es una masa amorfa sedienta de sangre con un único objetivo: eliminar a Seb. Justo como hubiera hecho el propio Ruvik y similar al aire reinante en aquel universo. Se limita a imitar de lo que se ha empapado —nunca mejor dicho— al cambiar de estado. Características como el aparato para los dientes —alusión a la juventud— así como una representación de Ruvik en su cerebro podría traducirse en una metáfora o simbolismo de que, en efecto, la mente de Leslie no le pertenece más y actua bajo el control del menor de los Victoriano.
Así pues, terminamos siendo la mano ejecutora del plan que tratamos de impedir a lo largo de la historia.
Una vez liberados de STEM y mientras caminamos hacia el exterior del hospital, Seb volverá a escuchar el pitido de Ruvik mientras observa a Leslie alejarse sin que nadie lo detenga. Tal vez sea un mensaje del propio Rubén: ha escapado y nosotros seguimos con cierto grado de sincronización.
¡Mar de dudas!
¿Dónde está el cuerpo de Leslie? ¿Y el de Joseph? De seguro, en poder de la compañía.
Y hasta la salida de los DLCs no contaremos con una «versión oficial» de lo acontecido. Insisto: el artículo se basa en conclusiones a raíz de los informes, documentos y elementos incluidos en los diferentes capítulos que componen la trama. Para finalizar, sólo espero que esta publicación haya sido de vuestro agrado.
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