Análisis de Dying Light: The Following – Enhanced Edition
¿Estáis preparados para sobrevivir una vez más a «la plaga de Harran»?
Si bien es cierto que de un tiempo para acá los títulos en los que la temática zombie está presente de una manera u otra ha ido en aumento sin que la cantidad de títulos vaya ligada a la calidad de los mismos, es innegable la grata sorpresa que supuso Dying Light a principios del año pasado. Techland supo ofrecer una aventura de mundo abierto donde la combinación de infectados, el parkour y ciertos toques de rol se tradujeron en horas y horas de diversión.
Volviendo al presente, y habiendo pasado alrededor de doce meses tras su salida, nos encontramos ante la versión completa, donde los añadidos, mejoras y contenidos descargables lanzados para el juegos hasta la fecha están presentes: Be the Zombie, Cuisine & Cargo, Ultimate Survivor Bundle, The Bozak Horde y, siendo el más interesante de todos, The Following. No obstante, y por si hubiera algún rezagado en la sala que no sepa nada de la franquicia, haré un breve análisis de la entrega base antes de ponerme de lleno con las novedades más destacables del título en cuestión.
Buenas noches y buena suerte…
Harran pasa por la peor crisis de su historia debido a un patógeno desconocido: la población ha sido diezmada a pasos agigantados y los supervivientes restantes resisten a duras penas ante las hordas de infectados que asolan la ciudad. Como miembros del SAI, nuestra labor consistirá en infiltrarnos en la ciudad para recuperar un expediente robado y evitar un desastre aún mayor…
Y así es como comenzará nuestra aventura. Para aquellos cuyo bagaje sea extenso en cuanto al género zombie se refiere, la historia ante la que nos encontraremos estará repleta de tópicos de sobra conocidos. Aun así, sin llegar a sorprendernos, conseguirá mantener nuestra atención según vayan sucediéndose los acontecimientos. Por supuesto, esto no significa que la historia sea pobre ni esté mal llevada. De hecho, dentro de sus propias limitaciones, encontraremos una narrativa suficientemente elaborada para cumplir su función, adaptando los eventos a nuestras acciones y posibilidades jugables de tal manera que el ritmo se mantiene estable según progresamos en la trama principal.
¡No te pares!
Una vez tomemos el control de nuestro protagonista, y tras las correspondientes presentaciones, comenzaremos el proceso de familiarizarnos con las acciones y controles básicos tanto de movimiento como de combate. Aunque ya lo imaginaréis, la ciudad se convertirá en nuestro patio de recreo particular… literalmente hablando. Los movimientos de parkour serán esenciales para mantenernos a salvo de los enemigos mientras avanzamos de un punto a otro de la ciudad, contando con muchas opciones de desplazamiento y múltiples rutas disponibles. En un principio puede costar acostumbrarse a los agarres y saltos entre obstáculos ya que, a diferencia de otros títulos, no estarán semi-automatizados. Por esa misma razón hemos de calcularlos con sumo cuidado, pero con ligeras licencias, para evitar una caída contra el suelo o quedar rodeados de no-muertos en un momento poco oportuno. No obstante, una vez adaptados, la experiencia será plenamente satisfactoria y divertida. Muy divertida, de hecho.
En cuanto al sistema de combate, es bastante sencillo. Dispondremos tanto de ataques básicos cuerpo a cuerpo como armas de filo, arrojadizas o de fuego, por nombrar tres ejemplos, con las que defendernos de los muertos vivientes. Eso sí, las últimas no serán todo lo útiles que cabría esperar ya que, aunque algunas provoquen un daño brutal, no todo será alegría, pues el ruido atraerá a muchos más enemigos a los que enfrentarse… o de los que escapar. Y hablando de ruido, las explosiones o alarmas también llamarán la atención de la horda.
Todo el armamento que implique un esfuerzo físico para ser utilizado consumirá poco a poco nuestra energía, obligándonos a planear el siguiente ataque de tal manera que evitemos quedarnos vendidos antes de recuperar las fuerzas. Además, cada una de ellas producirá un efecto sobre los zombies: desde cercenarles un miembro o dos hasta aplastarles la cabeza. Igualmente, será importante llevar unas cuantas armas de combate cercano encima dado que su duración y posibilidad de ser reparadas son limitadas, haciendo un daño menor cuanto mayor es su desgaste.
Este es un detalle es muy importante y hay que tenerlo presente a la hora de realizar otra de las acciones básicas: mejorar las armas. A lo largo de la historia encontraremos distintos diseños y materiales mientras investigamos cada nueva instancia que, aplicándolos a determinados objetos, aumentarán su daño o incluirán alguna característica especial, como fuego o electricidad, para eliminar más rápidamente a los enemigos. La tarea de buscar recursos no es realmente complicada ya que contaremos con una especie de «sonar-superviviente» que nos indicará en pantalla los puntos de interés a registrar, facilitando así nuestra labor.
Otro factor que afecta a la jugabilidad será el de los ciclos día-noche dentro del juego. Durante las horas diurnas todo estará a nuestro favor: los muertos vivientes no tendrán una agresividad desmedida y seremos capaces de ver todos y cada uno de los rincones por los que nos movamos, haciendo los combates más sencillos a lo largo de la jornada. No obstante, durante las horas nocturnas nos enfrentaremos a un enemigo del que, sobre todo en niveles bajos, será mejor huir: los coléricos. Su fuerza y habilidad están por encima de las de cualquier otro infectado, incluso de los víricos —aquellos que corren mientras aún hay sol—, haciéndolos un enemigo letal pese a su vulnerabilidad a la luz UV. Una vez nos localicen nos encontraremos en un aprieto ya que atraerán a toda criatura no-viviente a la zona, dejándonos con tan sólo un par de opciones: correr como alma que lleva el diablo o enzarzarnos en una pelea cuya dificultad es extremadamente alta. Y es más, hasta que no eliminemos a todos los que se encuentren cerca o consigamos darles esquinazo no desaparecerá el medidor de persecución, el cual, por cierto, irá subiendo a medida que pase el tiempo si no somos capaces de perder de vista a los infectados. Hay que añadir que estos no serán los únicos enemigos que saldrán a nuestro encuentro además de los zombies, pero ya depende de vosotros mismos descubrirlos sin que nadie os chafe la sorpresa.
Una de las ventajas de cara a salir airoso en estas persecuciones nocturnas serán los refugios repartidos a lo largo y ancho del mapa. Aunque antes de estar disponibles, deberemos asegurarlos y activarlos. En ellos hallaremos protección ante cualquier enemigo y, además, tendremos una cama para dormir, completando la noche de manera automática.
Sólo sobrevive el más fuerte…
Llegados a este punto, toca hablar del sistema de personalización de personaje, gracias al cual podremos mejorar las habilidades de supervivencia, agilidad y potencia mientras subamos de nivel en cada uno de los parámetros de manera independiente. Para el primero de ellos será obligatorio completar misiones por el mapa con cuidado de no morir ya que perderemos los puntos al instante. El segundo viene determinado por la manera en que afrontamos los obstáculos y nos movemos a través del mapa. Finalmente, el tercero irá incrementando a medida que dejamos un reguero de sangre a nuestro paso en cada pelea. Podrán aumentarse hasta un máximo de 24-25, añadiendo nuevas habilidades que elegiremos de entre todas las disponibles del árbol correspondiente según ganemos experiencia. Por si eso fuera poco, también tendremos a nuestra disposición los niveles de leyenda una vez alcancemos el máximo de la parte básica de nuestro protagonista, pudiendo mejorar unas estadísticas concretas si jugamos en la dificultad más alta hasta alcanzar el nivel 250. Dicha experiencia se verá duplicada durante las horas nocturnas. Así pues, en alguna que otra ocasión, el riesgo merecerá la pena con tal de incrementar nuestras habilidades.
Enfocándonos en el sistema de misiones, he de decir que no aporta absolutamente nada nuevo a la industria. La sensación de ser un recadero que va de un lado para otro estará presente, mas irá disimulándose mejor según avance el juego, metiéndonos de lleno en la historia y dando respuestas al «¿qué sentido tiene lo que hago?» y «¿por qué lo hago?». Cosa que, contando con alrededor de 50 misiones, se agradece y mucho.
Las misiones principales irán intercalándose con las secundarias, que contarán con su propia línea argumental, presentándonos situaciones lo suficientemente variadas entre unas y otras para evitar, de manera satisfactoria, la sensación de «rutina» mientras las completamos. Esta tarea nos llevará cerca de 20 horas siempre y cuando no vayamos a completar el 100% del título. En caso de querer exprimir el videojuego al máximo, la duración se doblará con creces.
Por si fuera poco, la compañía ha introducido dentro de este universo una buena dosis de cameos y referencias a otros videojuegos, desde un nivel inspirado en Super Mario a enemigos muy similares a ciertos chasqueadores de otro famoso universo post-apocalíptico. En resumen, nos encontramos ante una campaña principal llena de detalles y que cumple con creces las expectativas de cualquier aficionado al género zombie.
The Following: Hora de acabar con esto…
En «The Following» descubriremos el esperado desenlace de la historia principal de Dying Light. Sin desvelar detalles importantes acerca de la trama original para quienes aún no lo han jugado, nos limitaremos a decir que el personaje a quien encarnamos se verá obligado a investigar un nuevo rumor obtenido por parte de un superviviente moribundo, sin tener más opción que la de salir de la ciudad para comprobar la veracidad de dicha información: ¿Existen personas inmunes al virus?
Una vez en las afueras de Harran nos encontraremos ante un extensísimo mapa en el que se desarrollará la aventura aunque, eso sí, un poco más «desierto». Pero sólo en cuanto a infraestructuras se refiere, ya que la cantidad de caminantes por metro cuadrado es un tanto mayor que en el juego base. El resto de apartados jugables señalados en los primeros párrafos del análisis se mantienen casi intactos, conservando prácticamente inalterable la fórmula original. Y digo «prácticamente» porque, sin embargo, sí nos encontramos con algo totalmente nuevo: un buggy personalizable. Junto a este añadido hay un nuevo árbol de habilidades y mejoras centradas en la conducción cuyos puntos de experiencia imaginaréis cómo se consiguen, ¿verdad? Tales habilidades nos permitirán reforzar nuestro coche, incluir trampas o crear nuevas piezas para el mismo según subamos de nivel. Otra de las novedades que encontramos en esta versión son una serie de armas, siendo la ballesta la más destacable, y algún que otro infectado especial que iréis descubriendo en determinadas ubicaciones.
Si antes se erguía una basta ciudad ante nosotros donde el parkour era esencial para trasladarse, aquí ha perdido importancia, dando al coche todo el protagonismo a la hora de movernos de manera segura de una ubicación a otra por los extensos prados repletos de muertos vivientes. El manejo del buggy es bastante simple y responde a la perfección. Además, nos ofrece una de las mejores experiencias que el título podría ofrecer: atravesar hordas y hordas de zombies mientras les desmembramos sin siquiera pestañear.
Pero no es oro todo lo que reluce, pues también se verá penalizado: las piezas del vehículo pueden romperse a medida que sufren daño. No obstante, al igual que con las armas, se podrán reparar un número limitado de veces si disponemos del objeto adecuado. Asimismo, tendremos que estar pendientes del depósito, ya que quedarse tirado en medio de la nada por falta de gasolina y tener que recorrer el resto del camino a pie no es la mejor de las ideas. Las paradas en gasolineras o para registrar coches abandonados en busca de combustible y piezas serán algo obligatorio.
Tal vez resulte un poco pesado en un inicio, la verdad. Un mapa tan grande pero a la vez tan vacío da mucho menos juego ya que los objetivos o puntos de interés se encuentran muy alejados entre sí sin que haya un incentivo real de por medio, con un vehículo que sufrirá en cada viaje, sobre todo en niveles bajos, y demasiados enemigos mires por donde mires. Otro punto negativo serían las escasas localizaciones con demasiadas similitudes entre unas y otras, haciendo que nos cuestionemos si el trayecto ha merecido la pena realmente. Pero pese a su parte «mala», cuenta con buenas dosis de entretenimiento, ya que según mejoremos el vehículo y subamos de nivel sus atributos nuestro avance será mucho más devastador y los recursos se optimizarán de mejor manera, haciendo la experiencia más llevadera y satisfactoria.
Siguiendo en la misma línea que el título base, las más de 40 misiones disponibles en esta expansión se irán intercalando entre principales y secundarias, sólo que esta vez sí habrá que completar unas cuantas más de las «opcionales» ya que para avanzar en la trama debemos hacer «favores» a los supervivientes de la zona y ganar así puntos de confianza con los que obtener distintos rangos, siendo «foráneo» con el que empezaremos la aventura. Descubrir los secretos que giran en torno a estas personas inmunes nos llevará alrededor de 10 horas siempre y cuando no vayamos al 100%, cosa que supondrá más de 15 horas llevar a cabo.
Pero… ¿Es una expansión realmente divertida? Pese a sus fallos o maneras de alargar sin ningún disimulo su duración, sin duda que sí.
Be the Zombie!
Si estáis cansados de ser una presa luchando constantemente por mantenerse a salvo, en «Be the Zombie» os podréis poner en el papel del cazador. Este contenido multijugador nos da la opción de manejar un zombie mutado con una fuerza, agilidad y habilidades especiales no vistas durante la aventura principal. Una vez decidamos entrar en este modo tendremos la opción de «interrumpir» las partidas de otros jugadores con el fin de eliminarlos.
El objetivo será conseguir 10 muertes de los supervivientes mientras tratamos de evitar que destruyan los nidos de coléricos repartidos por una zona determinada del mapa. Al igual que ocurre con nuestro personaje principal, este infectado especial irá subiendo de nivel y contará con un árbol de habilidades propias a mejorar. Si por el contrario nos invaden, deberemos utilizar nuestro ingenio y armamento para destrozar los nidos ya que con eliminar al monstruo no bastará para alcanzar la victoria. Estos encuentros también nos permitirán ganar materiales especiales para la creación de nuevos objetos. Es un modo en el que nada está decidido, ofreciendo mucha diversión debido a la variedad de situaciones que encontraremos así como momentos tensos y decisivos de cara a quién va a ganar. Por supuesto, podremos configurar las sesiones e impedir que ningún asesino nocturno entre sin que lo esperemos mientras completamos nuestra misión personal.
The Bozak Horde
¿Qué pasaría si combinásemos «SAW» junto con «El amanecer de los muertos»? Este contenido es lo más parecido a ello que veremos hasta la fecha: el nuevo modo de Bozak nos situará en pleno estadio de Harran, lugar en el que tendremos que completar los «juegos» que nos presentan mientras sobrevivimos a las múltiples hordas de muertos vivientes que intentarán acabar con nosotros. Cabe destacar que aunque se pueda jugar en solitario, este desafío está pensado para completar de manera cooperativa junto a otros jugadores y, además, como aliciente para hacerlo obtendremos alguna que otra recompensa si nos mantenemos vivos de principio a fin…
¡No te ves tan mal!
Gráficamente es un título con bastante potencia. Desde los modelados hasta los efectos de iluminación, pasando por la recreación de a ciudad y el campo así como los interiores de los primeros están a un alto nivel, cumpliendo con todas las expectativas que se podían esperar de un videojuego con una extensión de terreno similar. Como pega he de decir que hay algún que otro bug a lo largo del juego. Siendo esta una versión definitiva esperaba no encontrarme con esos fallitos, pero, honestamente, estos no llegan a empañar ni entorpecer la experiencia de juego.
En cuanto al sonido se refiere, la banda sonora acompañará nuestros pasos por las distintas estancias y situaciones a las que haremos frente durante nuestra aventura. Además, los efectos así como el doblaje en castellano cuenta con un buen nivel en general.
Informe, por favor…
Como conclusión final, por mi parte tan sólo queda decir lo siguiente: la experiencia completa de Dying Light me ha encantado mucho de principio a fin. Aunque sea el enésimo título en el que introducirnos de lleno en un apocalípsis zombie, han sabido cómo jugar sus cartas y añadir cada detalle de tal manera que cuaje sin resultar aburrido o repetitivo en exceso. Este pack completo por parte de Techland se convierte en una apuesta segura para todos aquellos amantes de este tipo de juegos e historias.
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