Primeras impresiones de Resident Evil 7: Biohazard
Transcripción de la cinta de audio CD-33VH88, hallada en las inmediaciones del hogar de la familia Baker el 9 de diciembre a las 12:58 horas. Estado de Luisiana.
Aún me pregunto cómo he acabado aquí… En tan sólo unas horas mi mundo se ha derrumbado. Todo lo que creía conocer sobre el miedo ha cobrado un nuevo significado. Aquello reservado para las pesadillas más oscuras ha tomado forma frente a mí. Debo contarle a la gente lo que está pasando. Debo sobrevivir al horror y… Mia… ¿Dónde coño estás, Mia?
Recuerdo… Recuerdo a los Baker. Esos bastardos me dieron un sitio de honor en la mesa mientras disfrutaban de su cena, si es que a eso se le puede llamar «cena». Junto a mí, la abuela de la familia: estática, casi como si estuviera muerta. Postrada en su silla de ruedas, tarareando una tétrica nana con la mirada perdida. A su lado uno de los hijos, Lucas. Si la locura tuviera una forma corpórea con la que presentarse, sin duda, estaría encarnada en él. Con escucharle un par frases quedó claro quién era el más enfermo de los allí presentes. Frente a mí se encontraban los padres de familia: Jack y Marguerite. Nunca había visto una mujer tan desagradable tanto física como mentalmente. Su boca parecía un pozo de estiércol a cada nueva palabra que salía de ella. Esa hija de puta intentó darme de comer un trozo de carne podrida y, después, se volvió loca. Sobre él… qué decir. Un paleto con rasgos psicóticos y sin ningún respeto por la vida o las personas.
Mi mente pelea por reconstruir lo ocurrido, pero es complicado…
Sé que una llamada me dio la oportunidad de salir de esa estancia. Sé que encontré una pequeña trampilla por la que zafarme. Y también sé que alguien, al otro lado del teléfono, quería ayudarme ¿Cómo podía conocer en qué habitación me encontraba? Si no me equivoco, hablé varias veces con ella durante este tiempo… ¿Quién será? ¿Por qué quiere ayudarme? ¿Será una pieza más en el macabro juego de la familia?
También recuerdo a un policía. ¡El muy cabrón me dejó abandonado! Aunque, un momento… ¿realmente no me ayudó?
Demasiadas lagunas en mi mente. Necesito concentrarme si quiero salir de aquí. Gracias a Dios encontré una navaja en mi huída. Gracias a ella pude acceder a nuevas zonas de la casa. Poco después, una pistola y algunas balas extra. Pensé que sería suficiente para escapar.
Pensé mal.
La ilusión de que contar con un arma me permitiría huir duró poco. Al llegar al garaje, el bastardo de Jack Baker estaba esperándome. He de admitir que para ser un anciano sus golpes fueron demasiado duros. Tanto que escapar fue casi un milagro. ¿Cómo lo hice? El cargador está casi vacío. ¿De verdad disparé a un hombre con una simple pala? Dudas, dudas, dudas. ¡Demasiadas dudas, joder! Debo relajarme. El Codex indica que estoy demasiado alterado. La sangre resbalando por mis manos… Respira hondo. Respira hondo, Ethan ¡Vigila tu salud! Utiliza una de esas soluciones líquidas que encontraste: calman las heridas y disipan el dolor.
¡Sigue recordando qué ha pasado, Ethan!
Accedí a una nueva zona de la casa al atravesar una puerta con un complejo mecanismo. Una vez dentro, descubrí entradas de funcionamiento similar: algunas contaban con símbolos de animales incrustados en ellas, y otras con ranuras en las que encajar determinados elementos. Revisé la estancia concienzudamente ¿Me topé con algo que las hizo abrirse? Sí, estoy seguro. Pero… todas eran como un pequeño acertijo a resolver para pasar al siguiente. Sí, encontré lo que necesitaba y salí de allí. ¿Quién ha construido este lugar? Parece más un laberinto que una casa. Había algo más… Aquellos seres humanoides hechos con… tentáculos que se entrelazaban. No hubo tiempo para pensar: fogonazos y casquillos chocando contra el suelo. Una criatura derribada mientras los demás seguían acercándose. Después otra. Más tarde… el chasquido del cargador vacío. No pude deshacerme de todos. No había suficiente munición. Huí.
Me siento frustrado. Tengo una imagen casi completa en mi cabeza, pero faltan piezas que no logro unir. ¡Por Dios, Ethan!
¿Fue la casa abandonada el último lugar que pisé? Jamás había estado en un sitio similar: derruido hasta los cimientos, repleto de colmenas con insectos alrededor. Un cuadro con una marca y un foco de luz. Una pieza de metal. No sé qué relación tenían ambas, mas sí la certeza de que fueron otra «llave» para continuar. Recuerdo escuchar unos pasos a la par que una luz hacía pequeños vaivenes por el pasillo… ¡Marguerite!
Esa desquiciada paseaba de un lado a otro buscándome. Me oculté… Inevitablemente, acabó alcanzándome. Conseguí quitármela de en encima aunque, a partir de ahí, los recuerdos se ahogan en un oscuro foso. ¿La maté o simplemente escapó al ver que no tenía posibilidades contra un hombre más joven que ella…?
Tras tres horas en familia con Resident Evil 7… Volvemos a sentir el miedo
Después de este pequeño relato —incluyendo en él detalles de la partida— más parecido a un delirio mental que a unas primeras impresiones de Resident Evil 7, podéis imaginar cuál ha sido el grado de satisfacción al ponerme a los mandos: la experiencia ha resultado tan buena que realmente se vivió en primera persona.
No obstante, bajo estas líneas encontraréis un texto más clásico y tradicional en cuanto a un primer contacto se refiere.
Capcom ha jugado al despiste desde el inicio, primero con The Kitchen y luego con las sucesivas demos lanzadas al público. De igual forma, con los trailers se han limitado a mostrar «pequeñas píldoras» de su videojuego, impidiéndonos crear una imagen global del conjunto funcionando. Resident Evil 7 es, sin duda, la gran apuesta de la compañía asiática y, aun poniendo la mano en el fuego a la hora de afirmarlo, nos encontramos frente a uno de los grandes títulos de terror para el año entrante.
Muchos usuarios dudaban acerca de lo acertado —o no— del nuevo enfoque para este capítulo. No obstante, ya os digo de antemano que Capcom ha sido capaz de acercar la saga a sus orígenes en cuanto a sensaciones experimentadas aun con el cambio de perspectiva. Eso sí, no asociemos dicho retorno a términos jugables sino con el ambiente tan característico que nos envuelve una vez estamos a los mandos.
Uno de los mayores representantes del survival-horror por excelencia está dispuesto a recuperar su corona y para ello nos planteará una aventura en la que el eje central vuelve a focalizarse en los puzzles, la exploración con backtracking incluido, el inventario limitado, la falta de recursos, los sustos y los combates llenos de tensión. Todo esto lo hemos visto antes, es cierto, pero ahora en lugar de tener una cámara fija que limite nuestra visión, será nuestro propio punto de vista el que nos impedirá conocer qué se oculta entre las sombras que dejamos atrás.
Sin ahondar mucho en la historia, os diré que tengo ganas de más. De mucho más. Temporalmente nos sitúan después de Resident Evil 6. Concretamente en Luisiana, al sur de los Estados Unidos, donde no son pocos los casos de personas desaparecidas… ¿Os suena de algo? Como no podía ser de otra manera, pese a las investigaciones nadie sabe qué ocurre… Excepto tú ya que, al parecer, acabas compartiendo plato con los responsables de dichos sucesos.
El nivel de diseño y cuidado es más que palpable a los pocos segundos de comenzar la aventura: la ambientación es extremadamente realista, con multitud de detalles y un buen acabado, mostrando el macabro entorno en el que vive la familia y sin cortarse a la hora de recrear un ambiente «explícito». Dosis de gore no van a faltar, os lo aseguro. De hecho, recuerda a una producción —mucho más elaborada, eso sí— de serie B, más cercano al planteamiento del Resident Evil original. Por otro lado, y aunque quizá no debería comentarlo, las descripciones en objetos aleatorios del escenario vuelven a estar presentes. Es algo que pude comprobar al examinar un pequeño cuadro en el que se leía «Montañas Arklay». Estéticamente hablando, el conjunto mantiene su sentido y, además, consigue provocar un buen impacto visual.
En relación al doblaje, está a la altura, ayudándonos a meternos en el papel protagonista más aún, dejando que nuestras miradas se centren en el foco principal al ahorrarnos leer líneas de texto subtitulado. Además, para los puristas de la localización, existe una opción para elegir idioma tanto de voces como de textos. El hilo musical estará presente, pero sin llamar la atención más de lo necesario. En cambio, el ruido ambiental, los goznes de las puertas girando o las pisadas en la habitación de al lado se percibirán a la perfección.
Respecto a la jugabilidad, me satisface anunciaros que es un survival-horror con todas las de la ley.
Las pistas brillarán por su ausencia y los puzzles serán clave para avanzar de una estancia a otra. En nuestro camino será más que obligatorio explorar hasta el último rincón de las diferentes ubicaciones para coger un objeto determinado, volver sobre nuestros pasos y acceder a una sala totalmente nueva donde leeremos un documento en el cual se encuentra la clave del siguiente reto. Como imaginaréis, contamos con total libertad para explorar unos lugares u otros siempre y cuando hayamos desbloqueado las rutas adecuadas.
En un inicio estaremos desarmados sin más opción que escondernos o huir mientras buscamos la manera de escapar de la zona. Poco después nos haremos con nuestra primera herramienta: una pequeña navaja. Ésta servirá para realizar determinadas acciones así como para defendernos vagamente. De hecho, recomiendo usarla sólo para puntos clave o romper cajas en busca de suministros. Posteriormente nos haremos con una pistola de verdad y unas cuantas balas. También encontaremos hierbas y fluidos cuya unión dará lugar a soluciones curativas. Los recursos son muy limitados y, en algunos casos, estarán bien escondidos. Otra de las novedades en cuanto consumibles se refiere son los psico-estimuladores, gracias a los cuales localizaremos objetos ocultos durante un breve periodo de tiempo. Además tendremos pólvora, con la que fabricaremos munición mejorada. Cada decisión acerca de si combatir o curarnos, por ejemplo, puede ser un paso más hacia el éxito o, si elegimos mal, una futura derrota. Debido a la limitación de espacios en el inventario hay que decidir bien si hacernos con determinado ítem según aparezca o esperar y recogerlo más adelante. Otro de los elementos que contentará a los más fieles de la saga es el baúl donde gestionar nuestros recursos. Su funcionamiento es similar al que conocíamos hasta ahora, conectando el interior de unos con otros.
De igual manera, vuelven los puntos de guardado. Las máquinas de escribir han pasado a convertirse en pequeñas grabadoras de audio. Sin embargo, en el nivel de dificultad por defecto también existen punto de control en determinados momentos de la historia, rebajando así al final la dificultad. Una vez completemos la aventura se desbloqueará el modo «Madhouse» para quienes quieran aumentar el reto: los guardados automáticos desaparecen y pasarán a ser limitados.
¡Oye, oye! ¿Y habrá zombies? ¿Euuuh? ¡Zombies!… Pues la verdad es que no. Parece que el enemigo base de esta entrega serán los «Holoforms». ¿Recordáis los ozee de Resident Evil Revelations? Bien, ahora imaginad que les dais un baño con el virus uroboros y el resultado de ello será nuestra amenaza más común. Son lentos y torpes, pero de vez en cuando hacen algún movimiento errático que nos hará fallar más de un disparo. De por sí aguantan bien los impactos en la cabeza, aunque caerán si acertamos varios seguidos. También tenemos la opción de desmembrarles distintas partes del cuerpo. No serán la única amenaza: nos las veremos con enemigos más duros, así como zonas en las que nos seguirá un «némesis» prácticamente invencible. Para evitar destripar sorpresas —o algún que otro susto— no entraré en más detalles.
Como remate, sobre todo para los completistas, existirá la opción de buscar diferentes documentos —unos más relevantes que otros— como viene siendo habitual en la saga, pero con unos añadidos. Tendremos que recoger monedas de oro, así como figuras «Mr. Everywhere», unos pequeños muñecos de cabeza bailonga deseosos de recibir un golpe por nuestra parte. Por si fuera poco, en el mapa hay distribuidas diferentes cintas VHS a través de las cuales viviremos historias paralelas a la del protagonista, cambiando las mecánicas jugables o limitándolas de cara a que el jugador planee nuevas estrategias a la hora de completarlas.
Como conclusión final, es más que evidente que Capcom se ha puesto las pilas para contentarnos a fans de la vieja escuela, trayendo de vuelta todos esos factores que acompañaron a los títulos de la saga durante sus primeros pasos, pero a su vez dándonos algo que huele a nuevo. A falta de probar el título final, estoy más que encantado con lo visto y experimentado. ¿Será verdad que el rey ha vuelto?
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