Con la iniciativa de «The Fun Theory», una campaña elaborada y ejecutada por la agencia DDB Stockholm para Volkswagen hace una década, quedó demostrado que se pueden cambiar determinadas conductas de la gente en sus estilos de vida hacia opciones más saludables para sí mismas siempre y cuando exista el incentivo adecuado. En este caso, el componente a modo de estímulo es la diversión.

Por norma general, quienes viajan utilizando el transporte público, ya sea en el tren o en el metro, conocen de sobra la arquitectura de las estaciones y saben que para salir de ellas encontraremos un par de opciones o tres: una sería a pie por las escaleras tradicionales, pero supone un esfuerzo y «no suele apetecer», las escaleras mecánicas o, incluso, un cómodo ascensor.

Con esta campaña demostraron cómo la tendencia puede modificarse de la manera más «tonta» posible: convirtiendo los escalones en teclas de piano mediante vinilos y sensores de presión, la gente optó por usarlas y dejarse llevar por la vía divertida pese a no ser la más «cómoda». Algunos incluso retrasaron el paso para curiosear su funcionamiento y escuchar los sonidos producidos al caminar por encima.

¡Y aquí las reacciones en cuestión!