Antes de comenzar con el tema en cuestión en el que se centrará la entrada, creo que es necesario explicar exactamente en qué consiste la «anamorfosis». Dicha palabra proviene del griego y su traducción al castellano vendría a ser «transformar». Y es que es justamente lo que se consigue al aplicar esta técnica: deformar las líneas de una ilustración en la superficie sobre la que se está llevando a cabo, pero consiguiendo que recupere su aspecto «real» al ser observada desde un ángulo concreto. Una ilusión óptica gracias a las formas y las perspectivas, básicamente. Como imaginaréis, los conocimientos acerca del arte del dibujo, las proporciones e incluso las matemáticas son algo esencial para lograrlo con éxito. Y al parecer, Julian Beever cuenta con todos los ingredientes necesarios para ejecutar dicho proceso a la perfección.

¿Y quién es el tal Beever? Un artista británico cuya maestría y talento con la tiza son impresionantes a la hora de realizar tanto piezas en tres dimensiones como réplicas de obras de grandes genios del arte o murales para diversas compañías. Asimismo, se dedica a la publicidad y el marketing, habiendo trabajado en países como Reino Unido, Bélgica, Francia, Holanda, Alemania, los Estados Unidos, Australia, México y España.

Si os ha generado tanta curiosidad como a mí, os dejo el siguiente enlace desde el que acceder a la página oficial del creativo en la que están subidas una gran parte de sus piezas: Julian Beever