Inspirado en su paso por distintas zonas emblemáticas de Japón, James Curran elaboró una serie de animaciones representando los aspectos culturales, costumbres y lugares que más llamaron su atención. Siendo más concreto, dio vida a una treintena de creatividades en total, mostrando en cada una de ellas, al menos aparentemente, lo «más destacado» del día al que correspondieron durante su viaje bajo una apariencia sumamente colorida, desenfadada y con un estilo artístico muy característico.

Respecto al título que decidió darle a su «obra», Tokyo Gifathon no podría haber sido más acercado, ya que el vídeo en cuestión muestra las treinta piezas mencionadas en el párrafo anterior una tras otra a modo de maratón y animadas de manera cíclica, como si cada una de ellas se tratara de un gif individual. Al combinar ambos conceptos… ¡Sorpresa! Y la verdad, suena mucho mejor que, por ejemplo, «Cuando estuve un mes en Tokyo y decidí ponerme a crear animaciones alegres en bucle».