Cuando eres Batman, no sólo te encargas de mantener a raya el crimen en la ciudad de Gotham sino que, además, te sitúas en tantas épocas temporal y espacialmente distintas como trajes acabas luciendo en ellas. Y, por supuesto, cada vestimenta cuenta con su propio estampado del murciélago sobre el torso. En otras palabras: como viene ocurriendo con tantos héroes del cómic en los últimos años, el Caballero Oscuro cuenta con una buena cantidad de variantes en cuanto su aspecto e imagen característica se refiere, ya sea por responder a la necesidad de adecuarlo al contexto en el que transcurre una historia concreta como por la influencia artística del autor encargado del personaje en ese momento.

Con motivo del 75º aniversario de Batman, varios usuarios han decidido hacer sus pequeños homenajes —o más bien repasos— a la evolución del logotipo en sí desde sus inicios hasta la actualidad. Y para muestra, he elegido el siguiente vídeo. No obstante, debo comentar que aunque bien es cierto que «son todos los que están», en realidad «no están todos los que son»… Que se han dejado unos cuantos «murciélagos» en la «cueva», vaya.