Realidades ilusorias · 1ª parte

Narrativas… Retazos de realidades escritas bajo la autoría de quien dicta cuáles son los sucesos realmente relevantes. Basadas en «hechos», incluso cuando no recogen relatos vertidos por testigos de primera mano. Fundamentadas en una «verdad» sin serla… Una realidad a medias: la historia que «interesa». Deslegitimando u ocultando cuanto pudiera poner en tela de duda la autenticidad de sus «cuentos».

Principios cuyo punto de partida puede carecer de base consistente… solamente se necesita un suceso lo suficientemente maleable, independiente de su aleatoriedad o intencionalidad, para presentar cada pequeño detalle desde un prisma concreto. Nudos cargados de información irrelevante con los que distraer la atención de lo importante, a ser posible, derivando en varios enredos. Desenlaces cuyo «guion» repetirán una y mil veces, hasta lograr que cale. O que, pese a ser cuestionable, simplemente se acepte.

«Programación» televisiva… «Programación», ¿verdad que no existe palabra mejor para el concepto a representar? Y precisamente esa es su labor: la de «programar», ya sea un pensamiento o un estilo de vida concreto. Friendo el cerebro una vez en «parrilla». Medios de comunicación cuya mano dejarán abierta, esperando unas «monedas» y palabras concretas a difundir ese día. Canales de ocio alejándose de lo didáctico, centrándose en copar las horas con conflictos personales de unos y otros. Mucho más cerca de «Un mundo feliz» que de conocer al «Gran Hermano» y trasladarnos a una dictadura en «1984». Aunque podemos afirmar que van de la mano, actuando con su propio estilo para ciertos nichos. Todo gracias a la «libertad intelectual» con las que nos recompensarían las oscuras pantallas si mirábamos dentro de ellas… Pantallas que, aun creyéndonos más listos, sometieron nuestra «capacidad crítica».

«¡La caja tonta!», le decían… Y sin embargo, ella manipulaba la realidad un día tras otro. Adulterando la información a su antojo. Sesgándola, pese al negacionismo de los incrédulos. Construyendo un nuevo mundo, punto por punto…

Marcándonos el camino.

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