Frío como el Hielo
En esta entrada os lanzo una pregunta: ¿Cuál sería el elemento que elegiríais para representaros a vosotros mismos si tuvierais la ocasión? En mi caso, al menos por la época en la que llevé a cabo esta pieza, lo tuve bastante claro desde el principio: el hielo. Tal vez influyó el hecho de que varias personas de mi entorno siempre acababan comparando mi carácter con dicho elemento. Quizá simplemente era aquel sobre el que quería trabajar. Fuera cual fuese el motivo inicial, esa fue la elección a la hora de enfocar la ilustración aquí presente.
Además, esta creatividad la recuerdo con bastante cariño por diversas razones: por un lado, tenía la sensación de estar haciendo un pseudo-autorretrato al más estilo «Homunculus» y, por otro, fue una de las primeras ilustraciones donde me aventuré a trabajar con texturas «de la naturaleza», como quien dice, mediante el coloreado digital. Motivos más que suficientes como para dedicarle un hueco a esta pieza en mi propio portfolio.