Mingorita & Her Nomads

Para ponernos en situación, y a modo de resumen e introducción, Mingorita & Her Nomads nace como el nexo de unión para una serie de proyectos ligados de manera muy íntima con el mundo del arte en varias de sus vertientes. Proyectos que, además, contaban con otro punto en común: el artista Guillermo R. Mingorance.

Dicho lo anterior, es momento de ir al inicio de esta aventura y hablar sobre cuáles fueron mis labores. Como todo grupo en el momento de encontrarse en plena gestación y planeando llevar a cabo de forma seria un conjunto de acciones, necesitaba una imagen que lo representase: el logotipo fue la primera tarea en la que me centré siguiendo los requisitos marcados por la persona que encabezaba dicho grupo . Detalles como el color o una tipografía cuyo aspecto resultara «desenfadado» eran características que había que tener en cuenta a la hora de ejecutarlo.

Una vez con la imagen de marca aprobada, y ya con varios frentes activos, surgiría una nueva necesidad: elaborar un dossier digital explicativo en el que se incluirían datos extra sobre la susodicha marca y acerca de cada uno de los proyectos que englobaba por aquel entonces. Para ello se optó por una gráfica sencilla y limpia, jugando con los espacios blancos a favor de mantener un equilibrio entre el propio contenido de manera global y cada uno de los elementos, abogando por textos concisos e imágenes relacionadas con lo expuesto en los mismos.

Si nos centramos en qué se iba a mostrar en cada página, en primer lugar y como es lógico, se hablaría de Mingorita & Her Nomads como tal, enlazándolo después con la trayectoria del artista Guillermo R. Mingorance para dar así un contexto al lector de cara a entender «quiénes son» y «qué tienen en vista de cara al futuro». Una base en la que conocer a las partes implicadas, vaya. Posteriormente, vendrían los proyectos en sí. Y para no extenderme mucho con ello en esta entrada, me limitaré a nombrar el que a mi parecer destacaba y destaca por encima de los demás: «El universo emocional de Mingorance y sus historias».

Su intención era recrear un ambiente específico en el que las obras del creativo «hablarían con el observador para contar su propia historia» más allá de la interpretación individual que les diera. Y cuando digo «hablarían», me refiero de manera literal: cada cuadro contaba con un vídeo en YouTube en el que se mostraría la pieza acompañada por una narración en audio. De ahí que en este catálogo tales piezas fueran acompañadas de un icono de reproducción, pudiendo escuchar las narraciones al pulsar sobre él. Narraciones que, si os pica la curiosidad, podréis encontrar en el siguiente enlace: Lista de Reproducción: El universo emocional de Mingorance.

Ahora bien… Llegados a este punto, sólo me queda preguntaros: ¿Os apetece escuchar una historia?