Panda Security: Packaging & Tarjetas Descarga
Cada vez resulta más habitual encontrarnos con determinadas empresas dedicadas a la creación de software, independientemente del área o sector que abarquen, que optan por ofrecer sus productos exclusivamente en formato digital, ahorrando así en costes de distribución y producción. De igual manera, sigue habiendo clientes a los que poseer el producto físico les aporta una seguridad extra y no terminan de confiar en un modelo basado únicamente en «archivos digitales» por unas razones u otras. No obstante, compañías como Panda Security abogan por un modelo en el que incluir ambas opciones, normalizando cada vez más el formato digital, pero manteniendo su presencia en las estanterías de los distintos establecimientos en los que se encuentran a la venta sus programas.
Con la salida de Panda Dome a la vuelta de la esquina como quien dice, era momento de elaborar las piezas correspondientes para cubrir ciertas necesidades de cara al lanzamiento: llevar a cabo el diseño del packaging así como el de las tarjetas con códigos para descarga.
A la hora de realizar la primera de las tareas, partí con algo de ventaja que la facilitó en gran parte. Contaba con las medidas exactas de la caja y su troquel ya que mantenía la misma estructura que las versiones anteriores del antivirus, por lo que sólo debía «encajar elementos» en los espacios correspondientes. Al no disponer de una guía de estilos como tal, decidí utilizar los colores que componían los degradados de cada plan apoyados con tonos grises para el resto de componentes. Tal y como se ve en las imágenes, nada excesivamente complicado, mucho blanco para que las piezas respiraran y evitar «aglomeraciones» de contenido. ¡Facilito!
Respecto a las tarjetas y tarjetones de descarga, ya fueran de los que se reparten de manera gratuita o los que se encuentran a la venta, seguí la misma línea. ¿El «problema»? En comparación, y teniendo en cuenta que el espacio es más reducido en dicho formato, la información que debía incluir en ellas era mayor. Pese a todo, tras varias pruebas se logró dar con una que tuviera el suficiente equilibrio y, obviamente, permitiera que los textos se leyeran sin dificultad alguna. ¡Todo listo para salir al mercado!
Y es que ya sabéis, quien no tiene sus dispositivos protegidos es porque no quiere.